CAPÍTULO 32
INFIDELIDAD
¡Qué
año tan caluroso fue éste! Me moría de deshidratación encerrada en la oficina y
cuando viajábamos, era lo mismo. Todo el condenado país estaba que se derretía
bajo los rayos del sol.
A
falta de la posibilidad de escabullirme a la playa a causa de la montaña de
trabajo que como siempre había en el verano, tonteaba con Aarón por las noches
en cafés que se atiborraban con sus mesas al aire libre y su música que evocaba
lugares fabulosos y deseos de vivir por siempre. Pero de día, mis escapadas
sólo podían ser a través del Internet, que sin la posibilidad de permitirme
indagar sobre Robert, se habían vuelto también muy aburridas.
Una
de esas salidas fue con Moka y su esposo, todos disfrutábamos de las bebidas
heladas que recién nos habían traído, cuando mi amiga me jaló del brazo para
poder platicarme con aire de complicidad algo que le quemaba la lengua.
-¡Nina!
¿Ya te enteraste? –Me dijo con una sonrisa alterada-
-¿De
qué?
-¡De
que le fue infiel! –Moka reía con nerviosismo-
-¿Qué?
¿Quién? –No pude sino reírme con ella contagiada de su ánimo.-
-¡La
Kristen! ¡Le puso el cuerno!
Se
me borró la sonrisa de la cara al instante mientras pestañeaba
involuntariamente, tratando de procesar la información. ¡¿Qué cosa?! Moka soltó
la carcajada al ver mi expresión con lo cual atrajo la atención de nuestros
hombres a la conversación.
-¡Sí!
¡La atraparon in fraganti besuqueándose y dándose un agasajo con el director de
su película, “Blanca Nieves”!
Yo
seguía sin poder articular palabra. ¡¿Cómo era eso?! ¿Kristen, infiel?
-La
muy maldita; el tipo era casado y con hijos. -Añadió sin perder tiempo- ¡Es
más! La esposa de él le hizo de su mamá en el film. ¡La conocía en persona!
Tuvo trato con ella y no le importó.
Miré
a Moka muda, tratando de imaginar todo, pero no podía. ¿Acaso estaba
alucinando? Sentía un ruido de aire en los oídos que me aturdía y miré a mi
alrededor como buscando descubrir si era
sólo yo, o todos se veían raros también. Aarón y el marido de Moka nos miraban
con suficiencia y tolerancia, igual que a nenas. Luego, regresé mi atención a
mi amiga.
-¿Cómo
dices? ¿Es en serio? ¿Estás segura que no es un chisme de esos tontos de
Internet?
Moka
rió con ganas.
-¡No!
Hay hasta fotos. ¡Te digo que los atraparon en plena! La revista US las publicó
hoy, pero han estado rodando por la red desde el miércoles por la noche.
-¿Tú
las viste?
-No
te estaría contándote esto si no lo hubiera visto con mis propios ojos.
La
siguiente pregunta salió por sí misma, sin pensarla.
-¿Y
Robert? ¿Lo sabe?
-¡Ja!
Sí, la Kristen ya hasta sacó una declaración de disculpa pública diciendo que
lo siente mucho, que lo ama y que lamenta haberlo herido.
-¿Y?
¿Él?
Mi
amiga bajó su tono varias escalas, se notaba que se sentía mal por el chico.
-Pues…
Nadie lo sabe en realidad. No ha hecho ni una declaración. Es más, nadie sabe
dónde está. ¡Pobrecito! Me imagino cómo se debe sentir. ¡Todo! ¡Su vida
privada! ¡Su dolor! Publicado por todos lados en Internet. Debe estar
queriéndose morir.
Me
entraron miles de dudas con todo eso. ¿Por qué había hecho Kristen semejante
cosa? Lo tenía a él, era todo suyo… Y luego recordé a Sara Roemer y las
palabras de Aarón; “…es un infiel en
serie…” y rechiné los dientes. ¿Lo habría atrapado en algo? ¿Sería cosa de
una venganza? Llena de molestia fui pronta para condenarlos a ambos y afirmar
que eran tal para cual.
-¿Y
a ti, qué te pasa? ¿Por qué te enojas tanto? –Me dijo mi amiga- ¿Por qué crees
que es culpa de Robert? Él no creé en la infidelidad.
Yo
bufé con descaro y sarcasmo.
-Sí,
seguro… No cree en la infidelidad Moka… ¿Qué no te acuerdas de su cena con la
rubia? Mira, es muy posible que esa no sea la única con quién él le haya sido
infiel. A lo mejor ambos son un par de hipócritas y ese es su acuerdo, pueden
hacer lo que se les plazca mientras que nadie los capte en público.
¡Uf!
Mi amiga me miró con ojos de asesina, completamente indignada.
-Qué
mal pesada eres Nina. No todo mundo en Hollywood es basura. No creo que él sea
del tipo que traiciona por la espalda, pero ella… Ella se lo hizo al Michael
primero y ahora a Robert. La tipa es una loca, mira que ponerle el cuerno a ¡ÉL!
¡Tiene al hombre más sexy del planeta y lo cambia por uno casado y veinte años
mayor!
-Mira,
tampoco la juzgues sólo a ella. Lo acabas de decir, el tipo es casado, él es el
primero que debió controlarse o mandarla por un tubo. Él es quien tenía esposa
y familia; no es lo mismo terminar a tu novio de la adolescencia por otro chico
cuando sólo tienes dieciocho años, que botar a tu esposa.
-¿La
vas a excusar, de verdad Nina?
-No
Moka. No estoy diciendo eso. Estoy diciendo que no es la única culpable del
cuento y que no sabes qué más haya pasado para que ella se haya enredado con
otro.
-Pero
la muy descarada afirma que ama a Robert, que no quiso herir a lo más valioso
que tiene…
-Eso
puede ser cosa de su gente para controlar los daños a su imagen. Seguro la
están acribillando.
Coka
estaba molesta conmigo por no reaccionar como ella esperaba, pero es que seguía
ajena a toda mi travesía con Pattinson. ¿Algún día se la contaría? Quizá cuando
ambas tuviésemos hijos grandes ya…
-Me
estás cayendo mal amiga. Jamás pensé que ibas a defender a una infiel.
-No
la estoy defendiendo Moka, -dije con acritud- estoy diciendo que no sabemos qué
la motivó a hacerlo.
-Pues
yo no creo que Robert haya hecho algo que lo amerite.
Nuestras
parejas reían ya abiertamente de nuestra confrontación y siendo Aarón tan dado
a mover las aguas, no dudó en unirse a la mala a la charla.
-¿Y
si el tipo es gay? Quizá ella estuvo de su tapadera todo éste tiempo por el
bien de las películas.
De
un modo ridículo por tan coordinado, ambas nos giramos hacia él y gritamos al
usonio:
-¡No!
¡No es gay!
Aarón
y Edmundo rieron con ganas de nuestra fervorosa afirmación. Claro que ninguno
de los presentes sabía cuánto me constaba a mí esa aseveración.
-No
es gay Aarón, de eso ni hablar. –Le gruñí-
-Entonces,
quizá es un aburrido de lo peor y, quizá hasta apesta en la cama… -Añadió
divertido por molestarnos.-
-No,
no es eso.-Contesté impulsivamente y molesta con Aarón, completamente
descontrolada de mi censura.-
-¿Cómo
te atreves a decir eso Aarón? –Le atajó Moka- ¡Si ése hombre se ve a leguas que
es de un calor...! Es más, Edmundo sabe que si me dieran la oportunidad de
pasar una noche con él, lo haría.
El
aludido rió socarronamente por la descarada confesión de su mujer.
-Bueno,
siempre y cuando ella me permita lo mismo con Alessandra Ambrosio o Megan Fox…
Aarón
soltó una carcajada nada pudorosa para remarcar la gracia que le hacían los
permisos que ésta pareja estaba dispuesta a darse.
-Y
tú Nina, ¿me darías permiso si yo te lo doy a ti?
Lo
miré dura, yo no podía seguirle la broma con el mal humor que me embargaba.
-Tú
haz lo que quieras, pero luego no me vengas a pedir perdón porque no lo habrá.
Todos
voltearon a verme como a una loca, sin entender de dónde salía mi actitud para
con el chiste de Aarón.
-¡Uy!
¡Ya! ¡Cálmate Nina! Era una broma.
Me
dijo él bastante extrañado y ofendido. Yo lo miré retadora y luego bajé la
mirada, avergonzada de mi respuesta. El resto de la noche procuré guardar
silencio y comportarme.
Moka
se despidió de mí con mucho cariño y en su abrazo me dijo bajito para mantener
su comentario alejado de los chicos…
-¡Ay,
Nin! ¿De cuándo acá le cogiste tanta rabia Pattinson? ¿O acaso es algo más
entre tú y Aarón?
-No
Moka, no. Es que… Yo…, me tomaste desprevenida. No te preocupes por Aarón, él, hum…,
es demasiado bueno conmigo a veces.
Ella
sonrió conciliadora.
-Ya…
Ya… Aarón te quiere mucho Nina, se nota en cómo te mira. No seas tan dura con
él.
-Lo
sé Moka. Yo… Me aguanta demasiadas cosas amiga, a veces me pregunto cuándo va a
dejar de hacerlo y terminar conmigo.
-Nina,
¿en serio? No hagas eso, ten cuidado con tu actitud. Cuida de lo que tienes.
Me
mordí los labios, nerviosa. ¿Qué sería de mí si Aarón alguna vez en serio se
cansaba de luchar? ¿Estaría él consciente de lo dañada que estaba aún? ¿Cuánto
tiempo podría él con eso? Yo no tenía el valor de preguntárselo por temor a su
respuesta.
-Gracias
por tus consejos Moka… No creas que no le quiero, es que, a veces; bueno, a
veces estoy muy…
-Ya…
Conmigo no tienes que excusarte amiga, yo siempre estaré ahí para ti.
-Gracias
otra vez…
Volvió
a abrazarme con fuerza y luego me miró arrugando la nariz graciosamente.
-Bueno,
y ya… Aunque te enfades de nuevo. ¿En serio crees que Robert se merezca esa
traición?
Suspiré
mientras rodaba los ojos, a Moka iba a tener que darle por su lado, jamás
podría pensar algo malo de él.
-No…
Quizá no, quizá estaba yo sólo de agria.
-Okay,
mejor luego platicamos con calma en un café nosotras dos, solas – y miró
traviesa a Aarón-; no dejes de visitar la página que te mencioné. Esas chicas
del Team Nonsten tienen todas las
fotos y no se guardan nada. Son demasiado malvadas a veces, pero… ¡Ja!
Nos
dimos un último abrazo y beso de despedida y partimos por separado a nuestras
casas. Al llegar a la mía, besé a Aarón por sorpresa con pasión y él respondió
alegremente.
-¿Y
eso?
-Lamento
haberte contestado así, no te lo merecías.
-No,
no me lo merecía; pero me agrada éste tipo de disculpa. ¿Quieres que te haga
enojar un poco más para ver cómo te quieres absolver el fin de semana?
Se
rió un bajito mientras volvía besarme y me acariciaba el busto con delicadeza,
insinuando lo que tenía en mente. Yo lo imité, pero el juego no pasó a más.
Luego de marcharse y estar encerrada en mi pieza, caí en la tentación que Moka
me había puesto enfrente.
La
página que ella me había dicho desplegaba más de cincuenta fotografías de Kristen
besuqueándose con el tipo, restregándole las caderas sobre las de él demasiado
sugerente y luego dejándose tocar y
besar el busto por debajo de la ropa en el interior de su auto. En fin,
bastante explícitas como para negar que estuviera haciendo lo que estaba
haciendo con el tal Rupert.
Me
quedé pasmada y por un rato me sentí muy mal por Robert. ¡Qué infierno vivir
eso tan vergonzoso de un modo tan público! Que tipa tan estúpida era la Kristen
para dejarse atrapar en infidelidad. ¡Y él que no había querido dejarla por mí
alegando que no podía herirla de ese modo!
Pero,
¿qué la había motivado a hacer semejante cosa? ¿Venganza? ¿Egoísmo? ¿Acaso se
sentía demasiado segura del amor de Robert? ¿Acaso estaba aburrida de tanta
estabilidad siendo ella tan joven? Lo que hubiese sido, me tenía totalmente
desconcertada.
Si
me explayo en todo lo que pensé al respecto en la soledad de mi cuarto y todo
lo que me permití sufrir por él, no me lo van a creer o entender. Ni yo misma
lo hacía, pero el caso es que sí, sentí pena por él; porque sabía lo que era
sufrir del modo en que seguramente él lo estaba haciendo…
Las
imágenes de Kristen con Rupert y la desaparición de Robert me acompañaron en el
fondo de mi mente todo el fin de semana, aún al lado de mi novio; y a partir
del lunes y estando en el trabajo, rompí mi promesa de no buscar saber nada más
de él al ponerme a indagar con morbo cualquier noticia sobre su paradero o su
reacción sobre el escándalo.
--------- 0 ---------
Separo
en éste momento mi narración para dar voz brevemente a mi imaginación por
segunda ocasión, reconstruyendo lo que supe después, a través de otros. Aarón
incluido y principalmente él.
--------- 0 --------
El
teléfono de mi escritorio sonó en mi ausencia. Estaba yo ocupada en otra parte
del edificio hablando con mi jefe respecto a unos textos y por lo tanto Aarón
simplemente tomó esa inesperada llamada.
-¿Nina?
–preguntó la voz de Miriam, la secretaria del conmutador-
-No
está Miriam. ¿Qué se ofrece?
-Ah,
hola Aarón. Es que tengo una llamada para ella. La busca un británico, Douglas
Pattinson, ¿tienes idea de quién es o qué quiere?
-No,
no lo ubico Miriam, pero no creo que Nina tarde mucho en regresar. Está arriba.
¿Por qué no le preguntas al señor si quiere volver a marcar o hablar conmigo?
-De
acuerdo, espera un momento por favor, no cuelgues.
-Uh-hu.
Unos
segundos después, Miriam le comunicó la llamada a un desprevenido Aarón.
-¿Nina?
-Uh,
no; ¿Señor Pattinson?
-¿En
verdad no está ella?
-No
señor, soy Aarón Müller, del mismo departamento. Pensé que le habían explicado
que ella está momentáneamente afuera, no tardará en estar disponible pero,
¿puedo ayudarlo en algo?
-Es
que sólo la señorita Chabat sabe mis asuntos personales.
-Oh,
perdón, ¿para qué compañía trabaja? No le ubico sinceramente.
Hubo
una ligera pausa al otro lado de la línea.
-Hum…
Aarón ¿de verdad?
-Sí.
-Bueno,
usted se ha comunicado antes conmigo.
-Oh,
lamento no recordarlo Señor Pattinson. ¿Puedo ayudarlo?
-Bueno,
es que en aquella ocasión te referiste a mí por mi otro nombre. Me mandaste un
mail a título de Nina el año pasado en Noviembre.
Aarón
parpadeó en blanco unos segundos. ¡¿Sería posible?!
-¿Eres
Robert? ¿El Ex de Nina? ¿En verdad? –Su última pregunta estaba cargada de azoro
e ironía.-
-Sí,
bueno, algo así.
A
Aarón se le revolvieron las entrañas de enojo. El monstruo en persona. ¡Qué
oportunidad tan imposible! ¿Cómo se
atrevía a buscar a Nina otra vez? No después de todo lo que le había costado
protegerla del daño que le había hecho ese tipo. No. Nina era suya. El tal
Robert no iba a volver a meterse en la vida de ella. ¡De ellos!
-¿Qué
rayos estás haciendo llamándola aquí? ¿Cómo te atreves a volver a molestarla?
Te advierto que esta vez no está sola. Me tiene a mí.
Aarón
pudo escuchar como Robert exhalaba aire pesadamente y notó como su tono de voz cambiaba
marcadamente al volver a hablar. Bajo toda esa educación británica había un
tipo alterado.
-¿A
ti? ¿No crees que esté mal que te sigas metiendo en la vida de Nina a sus
espaldas? Aunque, bueno… En realidad, te debo una. Volví a verla gracias a ti.
-Y
gracias a ti, y tu basura, ella supo mandarte al diablo. Sólo que parece que tú
no lo entiendes.
-¿Así
que según tú sabes todo respecto a nosotros, no?
La
voz estaba muy descompuesta, rebosándose de sarcasmo y… ¿desdén? “Estúpido tipo”, pensó Aarón. No se iba a
acercar a su chica por ningún motivo. ¡Nunca más!
-Sé
lo suficiente, sé el daño que le has hecho y para tu información; YO soy el
novio de Nina ahora.
Hubo
una pausa que hizo sentir muy bien a Aarón. Nina era suya. Y ese tipo lo iba a
entender, ya.
-¿Tu
novia, hu? Bien por ti. Supongo supiste jugar tus cartas. Nina me dijo que
estabas enamorado de ella, pero que ella no lo estaba de ti; que sólo te
quería. ¿Estás seguro que eso ha cambiado?
Aarón
encarnó las cejas sorprendido. ¡¿Cómo?! ¿Nina le había dicho eso? Pero no se
amilanó, y en cambio arremetió con mayor molestia.
-Lo
suficiente como para que se haya establecido conmigo, como para aceptar casarse
conmigo. ¿A qué te suena eso?
La
mentira se escapó sin pensarlo. Quizá porque en el fondo era lo que en realidad
estaba ya deseando de ella. El hombre Inglés volvió a quedarse callado y exhaló
con pesadez. ¡Magnífico!
-¿Novia
o esposa? Decídete ya, porque no es lo mismo Aarón. –Ahora sonaba cansado, pero
igual de enojado.-
-Pendejo.
-Me
da igual lo que pienses de mí Aarón. No estoy de humor para ponerme a discutir
eso contigo. Pero te remarco, que Nina es sumamente importante para mí también.
Por eso es que rompí mi promesa de no volverla a buscar, porque necesito
decirle algo crucial…
Aarón
lo atajó sarcástico y no lo dejó terminar.
-No
me digas. ¡¿Por fin terminaste con tu novia y se te ocurrió que era un buen
momento para contactar a Nina, no?! Eres un estúpido.
La
voz gruñó muy irritada y contestó de lo más seco.
-¿No
sabes con quién estás hablando en realidad, verdad Aarón? Ella nunca te lo
dijo, ¿o sí?
-No
me interesa saber más de ti, estúpido. De hecho, ¿por qué no te olvidas de ella
y te largas en pos de tu noviecita esa?
-Mira,
tonto; no me vengas con pavadas. Mi nombre lo sabes y mi apellido lo conociste hoy. Simplemente búscame en
Google y luego atrévete a repetir lo que dices. ¡Anda! Te reto.
Aarón
sintió que se le reventaba el nervio. ¡Payaso engreído! Qué ganas de tenerlo en
frente para molerlo a golpes de una vez por todas.
-¡Oh,
sí! Déjame ver… Robert ¿no? Y dijiste al conmutador eras Douglas Pattinson…
¿Robert Pattinson? ¡Ja! Qué buen chiste. ¡Te llamas igual que el cornudo ese!
El actorcillo de las películas de vampiros. ¡Vaya! ¡Qué buena broma! Te han de
molestar todo el tiempo, ¡y para colmo, también eres británico! ¡Ja! –Se burló
con ahínco al añadir- ¡Ahora me cuadra porqué Nina se sulfura tanto cuando Moka
menciona ese nombre! ¡Ja!
-Ríete
cuanto gustes, pensé que era más inteligente, pero está visto que no. Pobre
Nina con un bobo como tú por pareja.
-¿Bobo,
yo? ¡Ja! Esa es buena. Estás desesperado, ¿verdad?
-Mira,
Aarón. Me da igual lo que pienses, pero necesito hablar con Nina. ¿Ya regresó?
-¿De
verdad crees que te voy a comunicar con ella imbécil?
El
tal Pattinson exhaló pesadamente.
-Lo
que tengo que hablar con Nina es demasiado importante como para que intentes
bloquearme. Se trata de su propia seguridad. Así que si no me comunicas con
ella, voy a estarla llamando hasta que me conteste.
-¿Por
qué piensas que ella va a querer hablar contigo Pattinson? Te detesta.
-Lo
imagino, pero sé que ella va a hacerlo. Y si no, soy capaz de tomar un avión y
mañana mismo plantarme ahí para verla. Y ella sabe que no blofeo.
Aarón
sopesó lo escuchado sólo un segundo antes de bufar.
-No
voy a permitir que la dañes de nuevo. No va a ir en pos de ti otra vez, si eso
es lo que estás esperando. No has estado aquí para ver cuánto daño le hiciste.
Yo sí. Y no voy a dejar que pase por eso de nuevo.
-Sé
que merezco ese discurso Aarón, pero tú no quieres entender lo importante que
es esto. Nina lo hará. Así que voy a colgar por ahora, pero voy a insistir
dentro de veinte minutos. Por favor, si ella te importa tanto, deja que hable
conmigo. Ambos sólo queremos su seguridad. De todas formas, no creo que ella te
perdonara si tratas de tomar una
decisión tan personal por ella de nuevo. Si la conozco, te va a costar muy caro
hacerlo.
Aarón
perdió el habla momentáneamente. Y se sintió extraño. Sí, el tipo tenía razón.
Nina lo odiaría, pero…
-Voy
a decirle que llamaste y ya será cosa de ella si quiere contestarte o no. ¿De
acuerdo Pattinson?
-Me
parece bien Müller.
-Sí,
como sea.
La
línea zumbó con la finalización de la llamada, y Aarón se quedó plantado sobre
el escritorio lleno de rabia, esperando por mí regreso para reventar.
-------------
¡Uy! ¡Dios mío! ¡Y yo que
pensé que sólo faltaban dos capítulos más para cerrar la historia!
¡No! Esto se merece contarlo
con calma para vivirlo mejor. ¿No creen?
Cariños: Sissy
-----------
¡Oh! ¡Y, Sí! Como no puedo decirles
lo que Robert piensa, mejor les dejo
otra canción… Una que alguien me cantó a mí hace tiempo. Me gusta imaginar que
es su corazón hablando.
“Arms
Around Your Love”, de Chris Cornell. Una de las mejores voces masculinas
en la historia del hard rock según las revistas “Rolling Stones” y “Hit
Parade”. Subtitulada en español, como siempre:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario